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Leucemia en niños

LECTURA SENCILLA

Si su hijo tiene leucemia

¿Qué es la leucemia en niños?

El cáncer se puede originar en cualquier parte del cuerpo. En el caso de la leucemia, este tipo de cáncer comienza en la médula ósea, la parte blanda del interior de ciertos huesos en donde se forman las nuevas células de la sangre. La mayoría de las leucemias se origina en los glóbulos blancos. Cuando los glóbulos blancos crecen fuera de control y sobrepasan en número a las células normales, al cuerpo le resulta difícil funcionar de la manera que debería hacerlo. Las células de la leucemia se propagan rápidamente a la sangre y de allí a otras partes del cuerpo.

Células sanguíneas normales producidas en médula ósea

Para entender los distintos tipos de leucemia, es útil conocer sobre los tipos de células sanguíneas.

Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a todos los demás tejidos del cuerpo y devuelven el dióxido de carbono a los pulmones para ser eliminado.

Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir infecciones. Hay muchos tipos de glóbulos blancos, no obstante, los tipos principales son:

  • Linfocitos
  • Granulocitos
  • Monocitos

La mayoría de las leucemias se originan en formas primitivas de los glóbulos blancos.

Las plaquetas son en realidad fragmentos que se desprenden de ciertas células de la médula ósea. Las plaquetas ayudan a detener hemorragias al tapar orificios en los vasos sanguíneos causados por heridas o moretones.

Tipos de leucemia en los niños

Existen muchos tipos de leucemia que pueden ser de crecimiento rápido (aguda) o de crecimiento más lento (crónica). Casi todas las leucemias en los niños son agudas. Las leucemias agudas pueden progresar rápidamente y necesitan tratarse de inmediato. Su médico puede informarle más acerca del tipo que tiene su hijo. A continuación se mencionan los nombres médicos de los dos tipos de leucemia más comunes en los niños.

Leucemia linfocítica aguda (ALL)

Otro nombre para la leucemia linfocítica aguda (ALL) es leucemia linfoblástica aguda. Este es el tipo más común de leucemia infantil. Se origina a partir de formas muy jóvenes de linfocitos en la médula ósea.

Leucemia mieloide aguda (AML)

Otro nombre para la leucemia mieloide aguda (AML) es leucemia mielógena aguda. Este es el segundo tipo más común de leucemia. Hay muchos tipos de AML que se originan en las células que forman otros glóbulos blancos (no linfocitos), glóbulos rojos o plaquetas.

Preguntas para el médico

  • ¿Por qué considera usted que mi hijo tiene leucemia?
  • ¿Existe la posibilidad de que mi hijo no tenga leucemia?
  • ¿Podría por favor anotarme el tipo de leucemia que usted considera que mi hijo podría tener?
  • ¿Qué va a pasar luego?

¿Cómo sabe el médico que mi hijo tiene leucemia?

A menudo la leucemia infantil puede confundirse con una enfermedad común, como resfriado o influenza (gripe), especialmente cuando los síntomas no desaparecen. Consulte con el médico de su hijo si su hijo presenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Fiebre
  • Cansancio o debilidad
  • Sensación de frío o se siente mareado
  • Dolor en los huesos
  • Piel más pálida
  • Sangrado o hematomas más a menudo
  • Dolores de cabeza

El médico querrá saber por cuánto tiempo su hijo ha tenido estos síntomas.

Si los indicios apuntan hacia la leucemia, se llevarán a cabo más pruebas. Aquí se detallan algunas de las pruebas que probablemente su hijo necesite:

Recuentos de células sanguíneas: este análisis de sangre es la primera prueba que se hace. La mayoría de los niños con leucemia tiene demasiados glóbulos blancos y no tiene suficientes glóbulos rojos ni plaquetas. Los glóbulos blancos que se encuentran son células sanguíneas jóvenes llamadas blastos que normalmente permanecen en la médula ósea hasta que están maduras. El médico puede sospechar también que su hijo tiene leucemia si se encuentran estas células llamadas blastos en la sangre, o se encuentran, si acaso, muy pocos glóbulos blancos.

Biopsia y aspirado de médula ósea: esta prueba generalmente es necesaria para saber con certeza si su hijo tiene leucemia. El médico usa agujas delgadas y huecas para extirpar pequeñas cantidades de médula ósea, generalmente del hueso de la cadera. Se adormece el área alrededor del hueso y es probable que le suministren un medicamento al niño para que se duerma durante la prueba. Las muestras se envían a un laboratorio para ver si hay células de leucemia en la médula ósea.

Esta prueba también se puede usar con posterioridad para saber si la leucemia está mejorando con el tratamiento.

Punción espinal (punción lumbar): este examen se utiliza para verificar si hay células de leucemia en el líquido alrededor del cerebro y la médula espinal (llamado CSF, por sus siglas en inglés). El médico primero adormece un área en la parte baja de la espalda sobre la columna vertebral. Es posible que el médico administre un medicamento al niño para hacer que duerma durante la prueba. Una aguja hueca pequeña se coloca entre los huesos de la columna vertebral para extraer un poco de líquido y enviarlo a un laboratorio.

Pruebas de laboratorio para la leucemia: se pueden utilizar muchos tipos de pruebas de laboratorio para examinar muestras de sangre, médula ósea, líquido cefalorraquídeo y ganglios linfáticos. Estas pruebas pueden ayudar al médico a saber si el niño tiene leucemia, así como averiguar qué tipo de leucemia es.

Otros análisis de sangre: si el niño tiene leucemia, se llevarán a cabo otras pruebas para saber cómo están funcionando el hígado, los riñones y demás órganos.

Radiografía de tórax: una radiografía de tórax puede ayudar a determinar si los órganos o los ganglios linfáticos en el tórax están hinchados. También puede indicar si el niño tiene una infección pulmonar.

CT (tomografía computarizada): las tomografías computarizadas CT (a menudo llamadas CAT scans) usan rayos X para producir imágenes detalladas del interior del cuerpo. Este estudio puede ayudar a determinar si la leucemia se ha propagado a los ganglios linfáticos en el tórax o a órganos como el bazo o el hígado.

Imágenes por resonancia magnética (MRI): este estudio también produce imágenes detalladas, pero es muy útil para observar el cerebro y la médula espinal.

Subtipos de leucemia en niños

La leucemia no se clasifica por etapas como la mayoría de los otros cánceres. El cáncer se origina en la médula ósea y rápidamente se propaga a la sangre, por lo que las células de la leucemia ya se encuentran en todo el cuerpo.

La mayor preocupación en el caso de la leucemia es descubrir el tipo (como leucemia linfocítica aguda o leucemia mieloide aguda) y el subtipo de leucemia. El subtipo se basa en factores como:

  • En qué tipo de célula se originó la leucemia
  • Si las células de la leucemia tienen ciertos cambios genéticos
  • Si la leucemia es el resultado del tratamiento para otro cáncer

Pida al médico que le explique el tipo y el subtipo de leucemia que tiene su hijo. Esta información ayuda al médico a decidir qué opciones de tratamiento son las mejores.

Preguntas para el médico

  • ¿Me anotaría exactamente el tipo de leucemia que tiene mi hijo?
  • ¿Existe algún factor que podría afectar el pronóstico de mi hijo?
  • ¿Es necesario que consultemos a otros médicos?
  • ¿Qué grado de experiencia tiene usted en el tratamiento de este tipo de leucemia?
  • ¿Qué pruebas necesitará mi hijo?
  • ¿Quién hará estas pruebas?
  • ¿Dónde se realizarán?
  • ¿Quién me las puede explicar?
  • ¿Cómo y dónde recibiremos los resultados?
  • ¿Quién nos explicará los resultados?
  • ¿Qué tan pronto necesitamos empezar el tratamiento?
  • ¿Qué va a pasar luego?

¿Qué tipo de tratamiento necesitará mi hijo?

El plan de tratamiento que sea mejor para su hijo dependerá de:

  • El tipo y subtipo de leucemia
  • La posibilidad de que un tipo de tratamiento cure la leucemia o ayude de alguna manera
  • Otros factores, como la edad de su hijo y ciertos resultados de las pruebas de laboratorio
  • Su opinión acerca del tratamiento y de los efectos secundarios que podrían surgir

Quimioterapia

La quimioterapia, o quimio por brevedad, es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Este es el principal tratamiento para la mayoría de los tipos de leucemia.

Por lo general, los medicamentos se suministran en una vena, en la columna vertebral o en forma de píldoras (pastillas). Una vez que los medicamentos ingresan en la sangre, se propagan por todo el cuerpo. Los niños podrían recibir más de un medicamento de quimio en diferentes momentos.

Los médicos suministran quimio en ciclos, cada ciclo es seguido de un periodo de descanso. Normalmente, el tratamiento de la AML usa dosis más altas de quimio durante un periodo más corto (por lo general menos de un año), mientras que el tratamiento de la ALL usa dosis más bajas en un periodo más prolongado (aproximadamente de 2 a 3 años).

Efectos secundarios de la quimioterapia

La quimioterapia puede causar muchos efectos secundarios, como:

  • Caída del cabello
  • Úlceras en la boca
  • Pérdida del apetito
  • Diarrea
  • Náuseas y vómitos
  • Mayor riesgo de infecciones (debido a los recuentos bajos de glóbulos blancos)
  • Sangrado o hematomas más a menudo (debido a que hay muy pocas plaquetas)
  • Cansancio (causado por los recuentos bajos de glóbulos rojos)

Sin embargo, estos problemas tienden a desaparecer después de que finaliza el tratamiento. Existen algunas maneras de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Asegúrese de hablar con el equipo de profesionales de la salud que atiende a su hijo para que puedan ayudarle.

Medicamentos de terapia dirigida

Los medicamentos de terapia dirigida son tratamientos nuevos que pueden usarse para determinados tipos de leucemia, ya que afectan principalmente a las células cancerosas y no a las células normales del cuerpo. Pueden surtir efecto incluso si otros tratamientos no lo hacen. Se pueden inyectar en una vena o administrar en forma de pastillas (píldoras) que su hijo toma en el hogar. Estos medicamentos causan efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia.

Inmunoterapia

La inmunoterapia ayuda al sistema inmunitario del cuerpo a atacar a la leucemia. Algunos de los tipos de tratamientos inmunológicos, como la terapia de células T con CAR, ahora se utilizan para algunas leucemias difíciles de tratar.

Quimioterapia de dosis alta y trasplante de células madre

Un trasplante de células madre (SCT) a menudo se puede usar para los niños cuyas probabilidades de cura no son tan favorables como con dosis de quimio convencionales. El SCT permite a los médicos usar dosis muy altas de quimio. Esas altas dosis destruyen la médula ósea, lo cual evita que se produzcan nuevas células sanguíneas. Esto pone en peligro la vida del niño. No obstante, después de que el tratamiento finaliza, el niño recibe un trasplante de células madre formadoras de sangre para reemplazar la médula ósea. Hay diferentes tipos de trasplante de células madre, cada uno de los cuáles puede ocasionar efectos secundarios graves. Pregunte a su médico qué tipo de trasplante va a recibir su hijo y qué debe esperar.

Cirugía

La cirugía tiene solo un papel limitado en el tratamiento de la leucemia. Esto se debe a que la leucemia es una enfermedad de la sangre y la médula ósea y no puede curarse con una cirugía. La cirugía se puede usar antes de la quimio para colocar un pequeño tubo plástico llamado catéter venoso central (CVC) o dispositivo de acceso venoso en una vena grande. Esto permite que se administren medicamentos como la quimioterapia y se tomen muestras de sangre sin tener que insertar una aguja para cada sesión.

Tratamientos con radiación

La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. Este tratamiento se puede usar para eliminar cualquier célula de leucemia que pueda estar oculta en el cerebro o en los testículos. También se puede usar antes de un trasplante de células madre. Pregunte al médico de su hijo si la radiación formará parte del tratamiento y qué debe esperar.

Efectos secundarios de los tratamientos con radiación

Si el médico de su hijo sugiere la radioterapia, hable acerca de los efectos secundarios que podrían surgir. Los efectos secundarios dependen del sitio a donde se dirige la radiación. Los efectos secundarios más comunes de la radiación son:

  • Cambios en la piel donde se administró la radiación
  • Mucho cansancio

Estos efectos secundarios tienden a mejorar después de que el tratamiento finaliza. La radiación también puede causar efectos a largo plazo si se dirige al cerebro, al corazón, a los pulmones o a otros órganos. Hable con el equipo de atención médica del cáncer de su hijo sobre lo que debe esperar.

Estudios clínicos

Los estudios clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en seres humanos. Estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.

Si está interesado en aprender más sobre los estudios clínicos que podrían ser adecuados para su hijo, comience por preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. Consulte Estudios clínicos para obtener más información.

Los estudios clínicos son una manera de recibir los tratamientos del cáncer más recientes. Son la mejor alternativa para que los médicos encuentren mejores maneras de tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico que está estudiando el tipo de cáncer que su hijo tiene, usted decide si desea participar o no. Y siempre puede dejar de participar en cualquier momento.

¿Qué debo saber acerca de otros tratamientos de los que he oído hablar?

Usted podría escuchar sobre otras maneras de tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales, y pueden incluir vitaminas, hierbas, dietas especiales y otras cosas. Probablemente usted quiera enterarse de estos tratamientos.

Se sabe que algunos de estos métodos son útiles, pero muchos no han sido probados. Algunos no proveen beneficios, y otros hasta son perjudiciales. Hable con el médico de su hijo sobre cualquier cosa que esté considerando usar, ya sea una vitamina, una dieta o cualquier otra cosa.

Preguntas para el médico

  • ¿Qué tratamiento usted considera que es mejor para mi hijo?
  • ¿Cuál es la meta de este tratamiento? ¿Considera usted que podría curar la leucemia?
  • ¿Necesitará también mi hijo otros tipos de tratamiento?
  • ¿Cuál es el objetivo de estos tratamientos?
  • ¿Qué efectos secundarios podría tener mi hijo debido a estos tratamientos?
  • ¿Qué podemos hacer en cuanto a los efectos secundarios?
  • ¿Hay un estudio clínico que podría ser adecuado para mi hijo?
  • ¿Qué opina de las vitaminas o dietas especiales de las que me hablan mis amigos? ¿Cómo sabremos si son seguras?
  • ¿Qué tan pronto necesitamos empezar el tratamiento?
  • ¿Qué debemos hacer para estar preparados para el tratamiento?
  • ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar a que el tratamiento funcione mejor?
  • ¿Cuáles son nuestras opciones de tratamiento?
  • ¿Cuáles recomienda usted y por qué?
  • ¿Debemos considerar un trasplante de células madre?
  • ¿Qué probabilidades hay de que la leucemia se cure?
  • ¿Cuál es el siguiente paso?

¿Qué sucederá después del tratamiento?

Completar el tratamiento es motivo de gran satisfacción. Sin embargo, es difícil no preocuparse acerca del regreso de la leucemia. Aun cuando el cáncer nunca regrese, las personas se preocupan por ello. Después de terminar el tratamiento, su hijo necesitará ir a consulta médica durante varios años. Asegúrese de que su hijo acuda a todas estas visitas de seguimiento. A su hijo se le harán exámenes, análisis de sangre y probablemente otras pruebas para saber si la leucemia ha regresado.

Al principio, las visitas médicas pueden ser aproximadamente una vez al mes. Luego, cuánto más tiempo su hijo esté sin cáncer, menos frecuentes serán las citas médicas. 

Con el apoyo de la familia, amigos, otros sobrevivientes, profesionales de la salud mental, entre otros, muchos niños que han sobrevivido a la leucemia pueden salir adelante a pesar de los retos que han enfrentado.

 

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

 

Aspiración de médula ósea y biopsia: Procedimiento en el cual se coloca una aguja delgada y hueca en el centro de un hueso, generalmente el hueso de la cadera o el esternón, para extraer una pequeña cantidad de médula ósea para poder examinarla al microscopio.

Biopsia: extracción de una pequeña muestra de tejido para ver si contiene células cancerosas.

Glóbulos blancos: Células sanguíneas que ayudan a defender al cuerpo contra las infecciones. Existen muchos tipos de glóbulos blancos.

Granulocito: Un tipo de glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir infecciones.

Leucemia: Cáncer de la sangre y órganos formadores de la sangre.

Linfocito: Un tipo de glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir infecciones.

Médula ósea: Tejido blando y esponjoso en el centro hueco de ciertos huesos del cuerpo. Es donde se producen nuevas células sanguíneas.

Monocito: Un tipo de glóbulos blancos que ayudan al cuerpo a combatir infecciones.

Plaquetas: Pedazos de células sanguíneas que ayudan a detener sangrado (hemorragias) tapando orificios en los vasos sanguíneos después de una herida (lesión).

Trasplante de células madre: Tratamiento que reemplaza a las células madre formadoras de la sangre en la médula ósea con nuevas células madre de la médula ósea ya sea del paciente o de un donante.

Tenemos mucha más información para usted. Puede encontrarla en línea en www.cancer.org. O bien, puede llamar a nuestro número gratuito de asistencia al    1-800-227-2345 para hablar con uno de nuestros especialistas en información sobre el cáncer.

Actualización más reciente: febrero 12, 2019

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