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Efectos secundarios

Cómo manejar y tratar las infecciones

Las personas con cáncer pueden tener riesgo de contraer diferentes tipos de infecciones.  Estas infecciones difieren en cuanto a sus factores de riesgo, los síntomas que causan, cómo se tratan y la posibilidad de curar la infección.    Si usted tiene una infección, su médico necesitará examinarlo para encontrar:

  • La parte del cuerpo afectada
  • El tipo de germen que causa la infección

Sus signos y síntomas (por ejemplo, dónde tiene dolor, enrojecimiento y/o hinchazón) ayudan a su médico a saber qué pruebas son necesarias para encontrar la causa de la infección.  Los resultados de determinadas pruebas (como radiografías, tomografías computarizadas (CT) o pruebas de laboratorio que se realizan en fluidos corporales) ayudan a determinar dónde se encuentra la infección y el tipo de germen que la causa.

Los sitios comunes de infecciones en personas con cáncer incluyen:

  • La piel y las membranas mucosas (revestimientos blandos, como el interior de la boca, la vagina, los intestinos)
  • El sistema digestivo (boca, esófago [tubo digestivo], estómago e intestinos)
  • Los pulmones y las vías respiratorias (senos y garganta)
  • El sistema urinario (vejiga y riñones)
  • El sistema nervioso (cerebro y médula espinal)
  • La piel y el tejido alrededor de un catéter venoso central (CVC). Un CVC es un tubo o catéter que se coloca en una vena y se utiliza para extraer sangre y administrar medicamentos o líquidos por vía intravenosa (IV).

Cómo identificar la causa de una infección

Los gérmenes pueden ser bacterias, virus, hongos, parásitos y otros organismos. Normalmente, muchos tipos de gérmenes viven en la piel, en los intestinos o en el medioambiente. Estos gérmenes; por lo general, no causan problemas en las personas con defensas normales y sistemas inmunitarios sanos. Sin embargo, si las barreras normales de defensa y el sistema inmunitario están débiles, los gérmenes pueden ingresar al cuerpo, crecer y causar daño.

Estas infecciones a menudo son llamadas infecciones oportunistas, porque los gérmenes usan la oportunidad de las defensas debilitadas de un paciente para causar la enfermedad.

Conocer el tipo exacto de germen que causa una infección ayuda a los médicos a escoger el mejor tratamiento. Se usan diferentes medicamentos para tratar cada uno de los principales tipos de gérmenes; bacterias, virus, hongos y parásitos. E incluso entre los principales tipos de gérmenes, los distintos tipos se tratan con distintos medicamentos. Esto significa que un medicamento que puede matar un tipo de germen podría no tener efecto sobre otro tipo de germen. Y algunos gérmenes se vuelven resistentes a determinados antibióticos por lo que a veces se necesita más de un tipo de tratamiento para matar el germen que causa una infección.

Las pruebas de laboratorio identifican los gérmenes que pueden estar causando su infección. Algunas pruebas de laboratorio también pueden indicarle a su médico el medicamento más adecuado para tratar su infección. Si usted tiene síntomas que apuntan a una determinada área de infección, se tomarán muestras para verificar si hay gérmenes en esa área. Por ejemplo, se pueden tomar muestras de esputo si tiene tos o dificultad para respirar.

Se pueden tomar muestras de orina si tiene sangre en la orina o siente dolor al orinar.  A veces, si una persona tiene un nivel muy bajo de glóbulos blancos y fiebre, se tomarán muestras de sangre y de orina antes de que aparezcan otros síntomas. Su equipo de atención médica le informará qué pruebas de laboratorio puede necesitar y qué muestras será necesario recolectar.

Su médico probablemente use diferentes pruebas para diferentes tipos de gérmenes. Es posible que escuche a su equipo de atención médica mencionar una prueba de tinción de Gram, pruebas de antígeno viral para detectar virus, o pruebas genéticas para detectar determinados gérmenes mediante el análisis de su composición genética. Una prueba común que se usa en pacientes que tienen niveles muy bajos de glóbulos blancos (neutropenia) y fiebre es una prueba de cultivo y sensibilidad. El cultivo se hace primero, seguido de la prueba de sensibilidad. Para el cultivo, se recolectan muestras del presunto sitio de infección y se colocan en el laboratorio para que crezcan. A veces, las bacterias y los hongos pueden tardar al menos unos días antes de que puedan verse. Los virus pueden tardar algunas semanas en crecer. Una vez que han crecido suficientes gérmenes, se los analiza e identifica. Después que se hizo un cultivo de bacterias y hongos, se puede realizar una prueba de sensibilidad en la muestra del cultivo. Esto ayudará a indicar el mejor medicamento para matar el germen que causa una determinada infección.

Medicamentos que se usan para tratar infecciones en personas con cáncer

Debido a que las infecciones en las personas con cáncer pueden empeorar rápidamente, a veces el tratamiento se inicia antes de obtener los resultados de laboratorio.  A menudo se comienza de inmediato la toma de antibióticos de amplio espectro. Un antibiótico de amplio espectro tratará distintas bacterias al mismo tiempo. El tratamiento puede cambiarse después que las pruebas de laboratorio han identificado el germen exacto y el medicamento que surtirá mejor efecto para tratarlo. Los médicos saben qué gérmenes tienden a infectar determinadas partes del cuerpo en las personas con cáncer. Por lo que a menudo pueden hacer una conjetura fundamentada respecto de los gérmenes que pueden estar causando la infección en un paciente. Las conjeturas fundamentadas son muy importantes porque puede tardar muchos días obtener los resultados de pruebas que indiquen el tipo exacto de germen que causa una infección y qué medicamento lo detendrá o eliminará mejor.

Las infecciones en pacientes con cáncer a menudo se tratan según el germen que las está causando. Los antiinfecciosos son medicamentos que se usan para prevenir o tratar infecciones, por ejemplo:

  • Los antibióticos (a veces más de uno al mismo tiempo) se usan para tratar infecciones bacterianas
  • Los medicamentos antifúngicos se usan para tratar infecciones fúngicas
  • Los medicamentos antivirales se usan para tratar infecciones virales
  • Los medicamentos antiprotozoarios para tratar infecciones por protozoos

Los antiinfecciosos a menudo se administran a los pacientes cuando se sospecha la presencia de una infección o después que se ha identificado una infección para tratarla. Otras veces, se pueden administrar a pacientes que tienen un riesgo conocido de un germen particular antes de contraer una infección para prevenir la infección.

A los pacientes con una presunta infección; después de un examen físico se les realizarán pruebas de laboratorio, cultivos y a veces incluso estudios por imágenes o procedimientos especiales. Esto ayudará al médico a descubrir exactamente dónde está la infección así como también a determinar qué germen puede estar causando la misma.  Luego se inicia rápidamente la administración de antiinfecciosos (que pueden ser antibióticos, antivirales, antifúngicos o antiprotozoarios).  Después que se identifica el germen exacto, se puede continuar con el mismo antiinfeccioso, o se puede empezar con otros nuevos si las pruebas muestran que otros surtirían mejor efecto o si se identifica otro tipo de germen. 

A continuación se describen solo las infecciones bacterianas. Si tiene un tipo diferente de infección, hable con su médico para obtener más información al respecto y su tratamiento.

Infecciones bacterianas

Cuando se tratan infecciones bacterianas en personas con sistemas inmunitarios debilitados, a menudo se elige primero un antibiótico que trate muchas bacterias diferentes, especialmente si los médicos aún no están seguros de qué es lo que está causando la infección.  Estos se llaman antibióticos de amplio espectro. A menudo, se usa más de un antibiótico al mismo tiempo.

Gérmenes resistentes a los medicamentos: aún en situaciones graves, se debe evitar el uso excesivo de antibióticos porque esto puede hacer que algunas bacterias se vuelvan resistentes a estos medicamentos. Este tipo de gérmenes se llaman resistentes a los medicamentos porque ya no responden a los antibióticos que los eliminaron en el pasado. Los gérmenes cambian y se adaptan todo el tiempo. Por ejemplo, algunas cepas de Estafilococos (staph, en inglés) se han vuelto resistentes a determinados antibióticos. Estas cepas reciben nombres especiales. El estafilococo resistente a la meticilina se llama estafilococo aureus resistente a la meticilina, o estafilococo aureus resistente a múltiples medicamentosEsto a menudo se abrevia con las iniciales MRSA. Existen medicamentos más recientes que aún pueden surtir efecto contra algunos de estos gérmenes difíciles de matar. Para evitar que bacterias resistentes a los medicamentos se propaguen a otros pacientes, los trabajadores de atención médica a menudo usan batas y guantes desechables cuando atienden a personas con infecciones conocidas.

Cómo tratar infecciones en pacientes con cáncer

La fiebre, la hinchazón, el dolor y otros signos de infección en una persona que se sabe que tiene un sistema inmunitario debilitado se tratan como emergencias médicas.  En el pasado, las personas con cáncer casi siempre eran hospitalizadas para tratar las infecciones y algunas aún lo son. Sin embargo, muchos pacientes pueden tomar sus antibióticos en el hogar como píldoras o líquidos. Las personas que necesitan antibióticos por vía intravenosa (IV) probablemente pueden obtenerlos en clínicas de infusión, consultorios médicos o incluso en el hogar. Si esto sucede, hable con su equipo de atención médica para averiguar dónde puede recibir tratamiento.

Durante los primeros días, se debe evaluar a los pacientes para ver si la infección está mejorando y para ver si están teniendo algún efecto secundario.   Es probable que el médico también quiera que se haga pruebas de laboratorio durante el tratamiento. Si el paciente aún tiene fiebre durante el tratamiento, debe ser evaluado a diario por su equipo de atención médica.  Los antiinfecciosos se pueden cambiar o bien se puede empezar a administrar otros nuevos cuando lleguen los resultados del cultivo definitivo o de otras pruebas. Los resultados del cultivo indicarán al médico qué germen está causando la infección.

Si el paciente no mejora, se puede llamar a un especialista en enfermedades infecciosas. Estos son médicos que se especializan en el tratamiento de infecciones. Este médico puede recomendar que se hagan otras pruebas y otros tratamientos.

En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de medicamentos llamados CSF (factores estimulantes de colonias) a fin de estimular la médula ósea para que produzca más glóbulos blancos (WBC) para que el cuerpo pueda combatir mejor la infección. Algunos ejemplos de CSF incluyen filgrastim (Neupogen), tbo-filgrastim (Granix) y pegfilgrastim (Neulasta).

Cada tipo de infección se trata con diferentes medicamentos y por diferentes periodos de tiempo. Hable con su médico o enfermera si tiene alguna pregunta sobre los medicamentos que se le administran o por qué los está tomando.

     

    Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

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    Freifeld AG, Kaul DR. Infection in the patient with cancer. In Niederhuber JE, Armitage JO, Kastan MB, Doroshow JH, Tepper JE, eds. Abeloff’s Clinical Oncology. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:544-562.

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    Actualización más reciente: febrero 1, 2020

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